A PROPÓSITO DEL 2 DE NOVIEMBRE
Sí, a propósito de la fiesta de los fieles difuntos, que celebramos este 2 de Noviembre, es conveniente recordar algunos puntos de nuestra fe cristiana.
Ante todo, es interesante notar que la conmemoración de los seres queridos, ya difuntos, atrae a muchos a participar en la Misa. De hecho, hay quienes se reservan la asistencia a la Misa para la conmemoración o aniversario de algún familiar o amigo difunto o para otras ocasiones festivas familiares .
Ya en tiempo de san Pablo, el tema de los difuntos era preocupante para muchos; por ello él escribió: “No queremos, hermanos, que vivan en la ignorancia acerca de los que ya han muerto, para que no estén tristes como los otros, que no tienen esperanza. Porque nosotros creemos que Jesús murió y resucitó: de la misma manera, Dios llevará con Jesús a los que murieron con él” (I Tes 4, 13-14).
Más allá del dolor que supone la pérdida de un ser querido, que es normal como humanos que somos, está la fe en el amor de Dios y en lo que él arriesgó por nosotros: a su propio Hijo Jesucristo. Si el mismo Jesús dijo al buen ladrón: “hoy estarán conmigo en el Paraíso”, podemos creer que nuestros difuntos no estarán indefinidamente en estado de purificación antes de pasar al cielo definitivamente.