Domingo 4º del Tiempo Ordinario

 

DIOS NOS HABLA POR SUS PROFETAS

 

Ambientación general

Paz y bien. En los últimos domingos meditamos, inspirados por la Palabra de Dios, en ese misterio de la vocación, que da razón de por qué nosotros conocemos a Jesucristo y estamos en la Iglesia. A los que él llamó entonces, sus apóstoles, y a los que él sigue llamando, nosotros, todos los cristianos, nos asigna una tarea. Nos llama para llevar a delante su misma misión, sobre todo, como nos indican  hoy las lecturas:  para ser sus profetas, es decir, para hablar y actuar en su nombre. Esta será nuestra norma de conducta: cómo actuaría Jesús, cómo hablaría Jesús. Sin duda que esta inquietud y este empeño nos harían cada día más fieles a nuestra vocación y misión en la Iglesia. Hoy celebramos en la parroquia el día de la vida consagrada, de los que llamamos religiosos y religiosas. Ellos son una experiencia de la misión profética de Jesús en la Iglesia. Que nuestra liturgia dominical nos renueven en la comunión con Cristo para que seamos más fieles a esta misión que nos comparte.

 

Primera lectura – Deuteronomio 18, 15-20

Dios nos habla por medio de sus profetas, pues el hombre siente temor de que Dios le habla directamente. Esto es lo que nos expone este pasaje bíblico. Pero, tanto el que escucha como el que habla tienen su propia responsabilidad.

 

Salmo responsorial – Salmo 94

Es el salmo que se reza de par de mañana en la liturgia de las Horas y que es una invitación a estar atentos a la palabra de Dios, a no cerrar nuestro corazón a su presencia y a sus obras. De ahí la oración que nos invita a hacer el salmo: “Señor, que no seamos sordos a tu voz”.

 

Segunda lectura – I Corintios 7, 32-35

Para que podamos ser fieles testigos de Dios, necesitamos que en nuestro corazón habite su paz, la confianza en su cercanía y en su providencia. ¿Qué nos impide tales actitudes interiores? Escuchemos lo que nos dice aquí san Pablo.

 

Evangelio – Marcos 1, 21-28

Jesús viene a dar cumplimiento a las promesas de Dios. El es el profeta que habla con autoridad, pues habla en nombre de Dios y en esa autoridad está la fuerza salvadora de Dios que ilumina, conforta y sana.

 

Reflexión

Hoy, entre tantas palabras en los medios de comunicación, ante tantos que anuncian prosperidad y soluciones a los problemas, estamos ante el peligro de la confusión y del engaño. ¿Por qué tanto jóvenes sin rumbo, enganchados a las drogas? ¿Por qué tantos matrimonios que no funcionan? Por qué tanto crimen en la sociedad? ¿Por qué se está perdiendo el valor de la vida en todas las dimensiones, sobre todo la de los no nacidos? Porque se escucha a los falsos profetas.

La Palabra de Dios hoy nos invita a escuchar al verdadero profeta, que es Cristo, a quien Dios nos ha enviado, como lo manifestó en su bautismo: “Este es mi hijo, escúchenlo”. ¿Tú lo conoces? ¿Tú lo escuchas? ¿Qué crédito das a sus palabras?

Pero, además, ¿has pensado que Jesús cuenta contigo para dar a conocer su Palabra? ¿Has pensado que te ha llamado a ser cristiano para hacer presente el reinado de Dios con la palabra y el testimonio de la vida, de tu vida? ¡Qué privilegio y qué responsabilidad!

 

PRECES DE LOS FIELES

Inspirados por esta enseñanza de Jesús, que da sentido a su misión  y la nuestra, traduzcamos en oración nuestras inquietudes y necesidades.

Respuesta: Padre, escúchanos.

          Por todos los que hemos sido llamados a continuar esta misión profética de Jesús en la Iglesia, especialmente nuestros obispos y sacerdotes. Oremos.

          Por todos los que han sido llamados a ejercer cargos públicos en la sociedad, para que sean fieles a su misión de procurar el bien común de todos. Oremos.

          Por todos los que son víctimas de falsos profetas y sufren las consecuencias en una vida desorientada o sin sentido. Oremos.

          Por todos los religiosos y religiosas en la Iglesia, particularmente en nuestra parroquia, para que sean fieles a su misión profética a través de sus apostolados y de la fidelidad a su propio carisma. Oremos.

          Por todos los cristianos, para que sintamos y correspondamos a nuestra misión profética en el mundo de hoy, siendo signos de la presencia de Dios. Oremos.

Que Dios rico en misericordia y lleno de amor hacia cada uno de nosotros acoja benévolamente estas intenciones y deseos. Por Cristo nuestro Señor.

 

Envío semanal:

Ojalá que estés atento en esta semana a los falsos mensajes que recibas del ambiente social en que vivimos y puedas en alguna forma contrarrestar su influencia negativa con la palabra de Cristo y con tu testimonio de cristiano comprometido.

 

Acerca de Parroquia Inmaculada Concepción

Soy sacerdote católico y religioso capuchino.
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