Paz y bien. A medida que vamos avanzando en el tiempo pascual, la Iglesia nos quiere exponer espiritualmente a las consecuencias que ha de tener la resurrección de Jesucristo. Junto con su glorificación está el llevar adelante su obra. Pero sus discípulos no se sienten suficientemente capaces de esa misión. Por ello, se nos comienza a hablar del papel espiritual del Espíritu Santo. No nos quedaremos solos si Jesús, como veremos el próximo domingo, tiene que dejarnos para ascender al cielo. Que nuestra celebración de la Eucaristía hoy nos una en el amor con Cristo para que su Espíritu nos fortalezca y nos haga fieles a El.
La 1ª lectura- HECHOS 8, 5-8.14-17
Se nos narra en el siguiente relato de los Hechos cómo los cristianos van entendiendo la parte que el Espíritu Santo va a tener en sus vidas como discípulos de Jesús.
La 2ª lectura- 1ª de san Pedro 3, 15-18
Nos explica san Pedro cómo ha de ser nuestro testimonio de Cristo. Para ello hemos de estar preparados doctrinal y espiritualmente. Escuchemos.
Evangelio – Juan 14, 15-21
Entre todo lo que dice Jesús en estos versículos, quizá lo ma´s importante es lo referente a su Espíritu, que tomará su lugar en la dirección y animación de la Iglesia.
Preces de los fieles
SACERDOTE: Animados por nuestra fe en el amor de Dio nuestro Padre y deseando poder corresponder según nuestra vocación, le expresamos nuestra necesidades.
Respuesta: Padre escúchanos.
Por la Iglesia, por nuestra Jerarquía y por todos los cristianos comprometidos, para que sean fieles a su misión evangelizadora, apoyados siempre en la fuerza del Espíritu Santo. Oremos.
Por las autoridades civiles de México y Latinoamérica, para que sean solícitos de la paz y la justicia en todo el continente. Oremos.
Por todos los más necesitados de promoción humana, para que encuentren las oportunidades para satisfacer sus necesidades básicas y superarse en sus capacidades. Oremos.
Por todos nosotros, llamados a dar “razón de nuestra esperanza” como creyentes en Jesús, para que busquemos siempre la inspiración y fuerza del Espíritu Santo. Oremos.
Sacerdote: Acoge Padre bueno estas intenciones que te hemos presentado, para que cada día gocemos más de la abundancia de tus dones. Por Cristo nuestro Señor.
Tarea que llevar
El Señor nos ha dado la oportunidad de compartir nuestra fe y celebrar su amor en la Eucaristía de este día, que nuestra vida sea un testimonio de esta fe y de este amor, apoyados en la fuerza de su Espíritu.
Jesús Ma. Bezunartea 